Un hombre libre es aquel que no se deja llevar a cabo por las pasiones, que guarda el pleno control sobre sus actos y pensamientos; que controla sus instintos y aleja de sí la envidia y el odio; quel que es capaz de triunfar, sin que la fama ciegue su entendimiento y envilezca su alma.
Aquel que encuentra gratificación en el deber cumplido, sin esperar alabanzas ni reconocimientos; es hombre libre aquel que no necesita de galardones, títulos u honores, porque sabe valorarse a sí mismo con la humildad que da la sabiduría.
Es libre porque la ofensa del miserable no puede alcanzarlo, y con misericordia es capaz de perdonar la ignorancia.